CUBA, ISLA BELLA

Sigo en "la pega" con esa sensación de decepción pero mi responsabilidad es más fuerte... mas como bálsamo a mis males me tocó ir a Cuba a estudiar una semanita... en esta oportunidad no ahondaré en los realmente interesantes temas que aprendí sino que me limitaré a lo anecdótico, lo turístico; me encontré con una tierra de fuertes contrastes, un viaje en el tiempo, una explosión de colores hermosos en HD, un ambiente musical, un clima caluroso y obviamente tropical, gente acogedora, simpática y sensual, sí sensual, la derrochan, las mujeres que caminan con ese contoneo de caderas tan natural y lindo en ellas y los hombres tan piroperos sin caer en la vulgaridad, los edificios de La Habana vieja te transportan a diferentes siglos, son de una belleza sobrecogedora, el malecón, el morro, la catedral, la calle Obispo, el capitolio, la bodeguita del medio donde mis amigas dicen que no hacen los mejores mojitos... yo sí, el Floridita donde me fotografié con Hemingway (de bronce) y se perdió la foto junto al celular de la Pauli, donde vimos al gringo más guapo around the world, y hasta brindamos con un grupo de gente que nos reconoció el acento porque (qué tristeza!) llegan a Cuba los realities shows del Mega... estuve en clases en una U preciosa y antiquísima, pude tomar un tour a Cayo Blanco, tocar un delfín, bañarme en otro océano, notar como un puñado de europeas nos miraban extraño sólo por nuestro acento (me dieron tema para reírme y burlarme), caminar y caminar bajo un calor fuerte sin que me incomodara, sólo por el placer de conocer, disfrutar de la artesanía y las piñas coladas del mercadito San José, emocionarme con la labor de los programas socioculturales de "la oficina del historiador" y el "taller de transformación integral" del barrio Jesús María, uno de los más vulnerables de esa ciudad, no saber como responder ante los constantes piropos que nos decían, pasar rabias en un hotel donde la mejor atención (de verdad un gran tipo) era la de Fernando, el barman, sentir esas maravillosas lluvias rápidas y calurosas, caminar de noche en una ciudad segura, sentir la brisa en el rostro mientras escuchas música "de allá" en un coco taxi, conversar con la Javivi 2 horas con un joven profesional lindísimo que se dedica a vender libros en la feria de libros y curiosidades cerca del atracadero de cruceros, fue un gusto conocer a este joven tan objetivo y de opiniones claras, tomarnos fotos en esos maravillosos Ford de la época pre revolución que, hoy son taxis turísticos, fueron tantas y tan variadas experiencias que sencillamente debemos volver porque... una semana es muy poco para tanto que ver, vivir y aprender