ACOSTUMBRÁNDOME A LOS CAMBIOS

Después de prácticamente 8 años de ser obesa mórbida, ir poco a poco regresando al "envase original" no sólo es gratificante sino que es saludable, lo extraño es que en mi caso sigo siendo la misma persona chistosa, sociable, alocada pero mucha gente ya no me trata de la misma forma, no entiendo y la verdad a estas alturas no me interesa entender. Pero bueno, lo que hoy me trae a mi blog es comentarles que estoy muy feliz, que en el poco tiempo que me queda libre, estoy ideando escribir cuentos (de nuevo), que estoy viviendo cosas que hace mucho tiempo no vivía (internas) y que... es raro, las mariposas en la guata siempre me provocaron más miedo que nada pero... acá están y no sé que hacer con ellas... estoy fuera de training y nunca aprendí a coquetear, así que... es todo muy raro... me preguntaron hace poco si estaba "emparejada", y no es así, la verdad es muy difícil cuando eres mapá (mezcla de mamá y papá, como dice mi hijo) y tienes una pega tan absorbente como la mía y un niño de 9 años que necesita contención, futbol, locura, juegos y reglas, es difícil que alguien te acepte cuando ya no puedes comer de todo ni beber para celebrar (creerán que mi vida es recontra fome y está lejos de ser así, es entrete), cuando no tienes la libertad de salir cuando se te ocurra, es muy difícil, por eso no me adelanto a nada, no me ilusiono ni hago planes, disfruto esta rara sensación de las mariposas estomacales, disfruto la buena conversación, la música bonita, las risas cómplices, las miradas, pero con la misma visión aterrizada del mundo que tenía a los 12 años (cuando era madura y vieja de alma), sin "pasarme rollos"...  y creyendo que aunque soy una cobarde que huye de los sentimientos, estos un día correrán más rápido que yo y me van a alcanzar... y ese día deberé rendirme no más... por mientras, disfruto de esas cosas simples y sencillas... las fotos? ah! puse esas fotos sólo porque me gustan, sin otro motivo.