viernes, octubre 24, 2014

EXISTE LA SUERTE????













En esta vida de ya 41 payaseados años, he aprendido a no desechar ni invalidar creencias aunque no las comparta, salvo en algunos casos en que van totalmente en contra de mis valores, por lo que para mi es tan válida la ciencia como las energías y la parapsicología, porque simplemente me ha tocado vivir o presenciar cosas que no tienen explicación racional... aún. 

Cada vez que me sumerjo leyendo (o viendo el History Chanel y el History 2) más entiendo que en cada etapa de la historia quienes estaban del lado de la fe y quienes estaban del lado de la ciencia, se creyeron y sintieron dueños de la verdad, y en muchisimos casos el tiempo, descubrimientos, experimentos e incluso accidentes, han dejado como conocimiento errado lo que antes fue verdad absoluta, por lo que... no podría ocurrir lo mismo hoy o en el futuro respecto a lo que hoy conocemos o como explicamos las cosas?... cierto que sí?, con este blog nunca he pretendido ser profunda ni que tod@s estén de acuerdo conmigo, desde un inicio esto de escribir un blog partió como una forma de hacer más cortos mis insomnios y escribir... una gran pasión para mí, la idea era comentar cosas, desahogarme, reflexionar respecto a mis locuras, un blog muy simple, muy humilde, y es por eso que agradezco sinceramente cada comentario que me llega y que no entiendo porque no se publican solos como en otros blogs, tecnologicamente soy muy pánfila pero, es algo que no me quita el sueño (paradojal que lo diga una insómnica jajajajaja) y dentro de toda esta sencillez, y basada en mi vida, es que me declaro públicamente creyente de la suerte, y, que ésta va de la manocon las energias y vibraciones que emitimos y recibimos, por lo mismo lo que para algunas personas es mala suerte, desde mi punto de vista es la magnifica forma que tiene la vida de sacar de tu vida lo que no te aporta o ya no te sirve para crecer, o ponerlo, pero, también desde mi particular (y trasnochada) teoría, eso sucede sólo cuando lo que lanzamos al mundo desde nuestro corazón son buenas vibras y evitamos hacer daño... sino, por el contrario, aquellas cosas que consideramos en un momento como buena suerte no son sino pruebas duras que la vida nos pone para mejorar y que después de mucho recién nos damos cuenta... si, si ya me han dicho antes (cuando planteo esto) "¿Morgana qué fumaste?", jajajajajaja, también creo que somos nosotr@s quienes atraemos esa suerte al hablar, al decretar, por eso debemos hablar en positivo, y sí... leí "El secreto" pero no alcancé a terminarlo (era prestado), el libro NO es mi biblia, sólo que respecto a la atracción y los decretos hay varios puntos que concuerdan con mi pensar.

Si me preguntan si creo en Dios, sí creo, pero a diferencia de mucho de lo que he leído, para mi Dios no es un caballero gigante con look de Zeus que, de forma arbitraria y egoista decide por nosotr@s, que nos ha llenado de reglas y potenciales castigos y que tiene por verdadera sólo una religión... nooooo, es lo más lejos de lo que creo, en mi caso este Dios no es hombre ni mujer, sino una energia protectora y creadora, omnipresente, una energia de amor, que basa su gran reglamento en que hay que amar al otro como a sí mism@, como dijo Jesús, algo que cuesta muuuuuucho... demasiado.

Volviendo a la suerte, con todo lo que me ha pasado este año much@s podrán pensar "esta mujer está meada de gato", "esta tipa anda con una suerte neeeeegra", pero no es así, mis problemas de salud son consecuencia de mi irresponsabilidad al no cuidarme, no poner límites, no comer ni descansar adecuadamente, no ser justa conmigo misma, y eso es lo que desde ya un par de meses estoy cambiando. No puedo dejar de nombrar también las energías positivas y negativas que nos llegan del resto de la gente y que influye en que la carga se haga un poco más o un poco menos pesada.

No soy perfecta ni pretendo serlo, pero... no pueden negar que las locuras que escribo, l@s entretienen. Creo en muchas cosas, que muchas ni yo entiendo, sólo hoy quise compartir con uds estas reflexiones, salidas de una conversación, respecto a la suerte, agrego abajo unos artículos (muy diferentes unos de otros) que les pueden interesar,

Un abrazo grande,

Morgana... aún perdida en Soriapolis

 

La Suerte NO Existe

Autor: Juan Sebastián Celis Maya - Experto en Dinero Y Libertad Financiera
La Suerte NO Existe
La Suerte NO Existe
Así es, la suerte NO existe.
La suerte es la conjunción de todas las situaciones y condiciones necesarias para el éxito.
Por supuesto que existe el azar, la suerte en los juegos y cosas similares. Sin embargo, cuando hablamos de riqueza, de éxito, de triunfo y de autorrealización, nada se da por casualidad.
Las personas más exitosas de la historia, han sabido que crear nuestra vida es indispensable, mucho más, que dejar que todo ocurra de forma “natural”. La realidad, es que lo más natural, es propender el crecimiento y el alcanzar la cima del triunfo total.
Sin embargo, muchas personas hoy en día todavía creen que el éxito es el resultado del azar. ¿Cómo lo sé? Bueno, de hecho es fácil, simplemente herramientas como Google te permiten ver qué busca la gente en Internet, y con qué frecuencia.
Es impactante ver cómo muchas personas buscan términos como “ganar dinero fácil y rápido”, “cómo ganar la lotería” y “cómo ser rico sin esfuerzo”. Esto es realmente triste, y es una clara señal de una degradación de la mentalidad colectiva.
Porque si hubiese alguien a quien culpar de todo esto, es a la sociedad misma, a sus paradigmas y a la manera como se deja programar conceptos e ideas obsoletas.
Sin embargo, no podemos pasarnos la vida culpando a la sociedad de nuestros fracasos, y en vez de eso, algo mucho más productivo a realizar, es crear nuestra propia suerte.
En resumidas cuentas, la suerte es ese momento en que se reúnen todas las condiciones suficientes para triunfar. Si una persona se vuelve rica, es porque hubo preparación, trabajo duro y esfuerzo inteligente.
Hubo inversión de tiempo, de recursos y de inteligencia, hubo ideas, riesgos y hasta fracasos… Nada fue producto del azar, nada fue algo sorpresivo, y aunque muchos éxitos son simplemente emocionantes, cuando hacemos las cosas bien hechas, todo se reduce a una cuestión de tiempo.
La autorrealización es sencillamente importante en nuestra vida y uno pensaría que hoy en día, pocas personas creen en la suerte y en la manera como esta afecta a quienes creen en ella…
Pero las estadísticas demuestran lo contrario.
Ahora bien, tú que sabes esto, cuentas con una gran ventaja respecto a esas personas que día tras día compran su boleto de lotería esperando ganarlo y cambiar su vida financiera de un momento a otro.
Si tú compras lotería, bueno, déjame decirte 2 cosas: La primera, estás (junto con miles de otras personas) enriqueciendo a la persona que decidió crear la empresa de loterías (esta persona sí que sabe sobre cómo crear la suerte)… y La segunda, aún si ganases la lotería, no tendrías garantizado absolutamente nada.
Está demostrado estadísticamente, que las personas que ganan la lotería, en 5 años o menos vuelven a una situación igual e incluso peor que la inicial.
Si no sabes gestionar el dinero que tienes ahora (dado que lo gastas en loterías, por ejemplo), ¿Qué te hace pensar que con más dinero serías un mejor administrador financiero?
Aquí no es la cantidad la que prima, es el conocimiento y la inteligencia financiera, la necesaria para crear fortunas, que ni los vendedores de loterías se imaginan posible.
EXTRAÍDO DE  http://www.sebascelis.com/la-suerte-no-existe/#



¿Qué es la suerte?




Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control.

Existen situaciones a nivel existencial, que sólo pueden ser explicadas a través de la suerte, el destino, de la creencia en Dios, el karma, etc.
Situaciones de vida o muerte o en donde la vida de una persona cambia totalmente y realmente no hay ninguna ley física, biológica, psicológica, etc., que explique dicha situación.

Por ejemplo, el caso de algunas personas que se salvaron de morir en el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre.
Personas que todos los días, a la hora del ataque, estaban presentes en alguno de los pisos en donde murió la gente y ese día, por algún motivo, se les hizo tarde y no alcanzaron a llegar.

Este tipo de situaciones sólo pueden ser explicadas de acuerdo a las creencias religiosas, existenciales o filosóficas de cada persona.

Sin embargo, a nivel de la vida diaria es diferente.

¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena suerte, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas?
¿Y que las personas con mala suerte son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?

¿Crees que es casualidad?
¿Piensas que son así como resultado de su suerte?

No.
Es al revés.

Su buena o mala suerte es el resultado de su forma de ser.

Después de una gran cantidad de estudios, se ha demostrado que la buena o mala suerte que vivimos en nuestra vida diaria, es el resultado de:
El problema es que generalmente no estamos conscientes de dichos actos o de dichos pensamientos, por lo que seguimos repitiéndolos y seguimos culpando a la mala suerte.







La buena suerte.



Los elementos que forman la buena suerte son:
  • Esfuerzo,
  • constancia,
  • creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes,
  • flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario,
  • apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones.
  • una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades,
  • creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades
  • esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados,
  • seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores,
  • dejarse llevar por la intuición,
  • una actitud positiva, que busca soluciones, no problemas.







La mala suerte



El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia:

"Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto".

Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte.

La mala suerte está relacionada con algunos hábitos que nos llevan a actuar de manera equivocada y, por lo tanto, a obtener resultados negativos:
  1. Esperar que las cosas sucedan, en lugar de hacer que sucedan.
  2. Ser pesimistas.
  3. Culpar a los demás de nuestros errores.
    Con esta actitud:
    • No aprendemos de nuestros errores, por lo que los volvemos a cometer.
    • Le damos a los demás el control total de lo que sucede, sintiéndonos impotentes, inseguros y dejando de actuar.
  4. Fabricar excusas.
    En lugar de enfocarnos en las soluciones, perdemos el tiempo buscando excusas que justifique nuestro comportamiento y nos den "permiso" de seguir sin hacer nada al respecto.
  5. Actuar impulsivamente sin analizar las consecuencias.
  6. Ser exageradamente autocrítico.
    Esta actitud evita que actuemos por temor a equivocarnos.
  7. Ser muy tensos o preocupones.
    Las personas que se angustian o tensan con facilidad tienden a ser muy poco observadoras y cuando lo son, sólo se fijan en los aspectos que pueden ser problemáticos.







  1. Aprende a pensar positivamente.
    Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad.
    Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal.
    Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.

    Un refrán del Taoísmo chino, dice:"si crees que puedes, tienes razón y si crees que no puedes, también tienes razón".


  2. Actúa.
    No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas.
    Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable.


  3. Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos.
    Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte.


  4. La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, recuérdalo.


  5. No dejes las cosas para mañana.
    Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente.


  6. a diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud.
    Por lo tanto, no tienes porque repetir los errores del pasado, si no quieres.

    Si crees que en estos momentos tienes mala suerte, quizás es necesario hacer cambios importantes en tu vida.
    Hazlos, pero analiza las situaciones.


  7. Los resultados de la buena suerte no son inmediatos, aprende a ser constante y a tener paciencia.
    Si no obtienes a corto plazo lo que deseas, no abandones, date un tiempo lógico, razonable y adecuado al objetivo en el que estás trabajando.


  8. Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás.

    Pregúntate:
    • ¿Cómo es mi actitud actual, ante los problemas y dificultades?
    • ¿Me atrevo a soñar y a ponerme objetivos importantes o me conformo con lo que sea?
    • ¿Cuando me propongo algo, actúo con confianza o dudo de mi capacidad?
    • ¿Me considero capaz de lograr mis metas?
    • ¿Qué pienso de mi actitud en el pasado
    • ¿Qué puedo aprender de mis errores o "fracasos" del pasado"?

    Contesta cada una de estas preguntas por escrito y trabaja para desarrollar una mejor actitud.











Psic. Silvia Russek
Lic. En Psicología Clínica.
Maestría en Terapia de Pareja.
Terapia individual y de pareja.
Citas:
Tel. 044 55 1924 9863 (Ciudad de México).
e-mail: bienestar.e@gmail.com

EXTRAÍDO DE http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/suerte.html


Qué es tener suerte

© Bárbara Elías¿Qué es la suerte? ¿Existe? ¿Es casual e impredecible? ¿Todos podemos tener las mismas posibilidades de alcanzarla? ¿Hay maneras para potenciar la suerte personal?

Generalmente la suerte es considerada un sinónimo de la buena fortuna. Se dice que tener suerte significa ser afortunado. Sin embargo, también se dice que la suerte se produce de manera azarosa o que depende del azar, el cual a su vez es sinónimo de casualidad o de algo que se produce de manera imprevista, sin designios, propósitos previos o una aparente intervención individual.

En virtud de las creencias populares, se considera que la suerte proviene de una cadena de eventos fortuitos, casuales o no predecibles, que ocurren sin causas aparentes o son provocados sin que el individuo intervenga de forma alguna. Sin embargo, también se dice que todos los eventos ocurren bajo circunstancias causales,  sin que el protagonista de tales eventos esté consciente de las causas exactas o la cadena de eventos que pudieron haber propiciado los sucesos (inclusive, sin saber si él mismo fue el causante de ello).

Tu actitud personal también influye

En otro orden de ideas, es obvio que una disposición personal positiva influye bastante en la búsqueda del éxito. El uso de factores como fuerza interior, confianza en sí mismo, actitud mental, emoción, intuición y hasta la superstición, pueden repercutir favorablemente sobre las posibilidades que cada cual disponga para hacer uso del factor suerte.

¿La suerte se puede alcanzar por medio del uso de facultades mentales, intuitivas o con el uso de amuletos? ¿Cuál es la verdad? Para entender cómo lidiar con el factor suerte, apelaremos a los postulados numerológicos enunciados en páginas anteriores.

Tu suerte está definida por tu Destino

Cuando nace un ser humano, las energías presentes en el momento de su nacimiento caracterizan y determinan su Destino como una inevitable sucesión de eventos relacionados con su aprendizaje principal. Tal aprendizaje no puede ser cambiado pues está determinado por una fecha de nacimiento imposible de modificar, pero sí puede ser conocido de antemano ya que cada dígito de Destino vibra con determinadas posibilidades, incluyendo el factor suerte para ese específico Destino. A través de una Carta Natal es posible conocer tal predestinación, incluyendo el tipo de suerte que la persona dispondrá.

Tipos de suerte

De lo anterior se desprende que pudieran existir varios tipos de suerte, según sea el aprendizaje de cada cual. La palabra suerte no implica necesariamente ganar dinero de forma fortuita. Sinónimos de suerte pudieran ser, por ejemplo:
  • Encontrar “casualmente” a un amigo que estábamos tratando de localizar hace tiempo para solucionar algo de nuestro interés.

  • Recibir una palabra de aliento o una ayuda concreta por parte de alguien muy querido, en un momento de crisis personal.

  • Ser convidados a almorzar “justamente” cuando nos encontrábamos en la calle sin un solo centavo en el bolsillo.

  • Lograr una venta importante “justamente” cuando ya habíamos perdido las esperanzas de juntar una determinada cantidad de dinero para pagar una deuda apremiante.
  •  
  • Conseguir el empleo que habíamos soñado, gracias a la intervención de un buen amigo.

  • Ser convidado a realizar un viaje durante nuestra época de vacaciones y con todos los gastos pagados, a pesar de no tener dinero ni esperanzas para conseguirlo.
Las casualidades no existen

El Destino de cada cual trae grabadas todas las tendencias y posibilidades acordes al aprendizaje que se viene a vivir. En tal sentido, no existen las casualidades. La suerte de cada cual está condicionada y por tanto, debemos entender que puedan haber limitaciones para obtener ciertos “beneficios” que no estén contemplados en el plan individual.

Conocer el propio Destino es como poseer un mapa de carreteras con todos los detalles del viaje a realizar. Saber esos detalles es de gran ayuda para llegar bien y a tiempo, pues nos permite escoger el mejor camino posible. Si llegamos a conocer nuestra propia suerte, podemos usar ese conocimiento para arriesgarnos en determinados momentos y aprovechar las oportunidades. ¿Sin ese conocimiento previo tú estarías en condiciones de identificar el tipo de suerte que te corresponde en esta vida?

Conociendo nuestra propia suerte

La suerte, sea del tipo que sea, no es casual e impredecible. Por estar sujeta a las mismas leyes que gobiernan el ritmo del Universo, la suerte varía cíclicamente y por ende, puede predecirse. Así mismo, está estrechamente vinculada a las características vibratorias del ciclo temporal que estemos viviendo y su potencialidad depende justamente de la afinidad vibratoria que tengamos con cada ciclo.  Conociendo las condiciones que regulan nuestra suerte durante cada oportunidad en que pudiéramos disponer de ella, podríamos tomar ventaja sin correr mayores riesgos. ¿Cómo hacerlo?

A través de la Carta Natal y la Carta Anual que un numerólogo puede preparar, es posible conocer el propio Destino y las posibilidades que éste le depara a cada cual, incluyendo las tendencias que marcan los ciclos a largo, mediano y corto plazo.

Aún cuando la premisa básica para disponer del factor suerte sea el conocimiento previo del momento donde se han reunido una serie de condiciones favorables para actuar, si no nos esforzamos personalmente para alcanzar dicho factor, sin duda lo perderemos.

La suerte y los juegos de azar

Es muy difícil buscar la suerte a través de los juegos de azar sin intentar asegurar algunas ventajas iniciales, puesto que siempre tenemos en contra a la ley de probabilidades.

Por ejemplo, en un juego tipo Lotto que contemple la extracción de 6 números sobre un total de 39, la probabilidad de acertar una combinación ganadora de 6 números es de 1 sobre 3.262.623. ¿Cómo participar en un juego aparentemente tan desfavorable para quién apueste?

Cómo jugar con las probabilidades a tu favor

Como leíste anteriormente, la suerte pudiera depender de factores relacionados con la energía individual, la disposición personal y los ciclos temporales, así como factores vinculados a las energías específicas del evento y del medio ambiente circundante.

Por tanto, inicialmente pudiéramos afirmar que un buen punto de partida estaría constituido por el conocimiento previo de las variables externas que pudiesen influir sobre el evento en el que deseemos apostar.

Veamos, por ejemplo, algunas de esas posibles variables:
  • El nombre de una lotería y por ende, la energía asociada a su numerología y las posibles energías afines que atraiga.
  • La fecha de nacimiento de una lotería y por ende, su ciclo transitorio.
  • El número secuencial del sorteo.
  • El día, la hora y el lugar donde se llevará a cabo el sorteo.
  • La energía personal y el ciclo temporal del comprador del boleto.
  • El día, la hora y el lugar de adquisición del boleto.
  • El número de serie del boleto adquirido que participará en el sorteo.
  • Los números seleccionados por el comprador del boleto.
Como hemos podido ver, aunque fuera posible analizar en conjunto todas esas variables que parecen intervenir en un juego de lotería, sería muy laborioso extraer un número limitado de conclusiones que tuvieran grandes posibilidades de ser acertadas. Expresado de otra manera, sería poco ético afirmar que a partir de ese análisis podríamos disponer de los posibles números ganadores.

En cierta oportunidad fui contactado por los productores de un prestigioso canal de televisión local (en Venezuela), quienes requerían de un numerólogo para “pronosticar” diariamente los números de la lotería durante un programa de corte esotérico.

Obviamente no acepté, pues un numerólogo no es un individuo que vaticina los números de la lotería que saldrán, sino un profesional que está en capacidad de analizar las posibilidades individuales de cada ser humano y por ende, contribuir a que determinadas personas alcancen su suerte de manera más fluida, presentándoles las mejores alternativas posibles dentro de las tendencias personales que existan.

Entonces, ¿cómo establecer un punto de partida favorable para emprender esta tarea aparentemente tan poco probable? Podríamos considerar dos posibilidades:

  • El conocimiento de los ciclos personales, útil para determinar los días que son más favorables para buscar la suerte en los juegos de azar.

  • El uso de números de apuesta fijos y variables, calculados en forma personalizada a partir de la fecha de nacimiento del individuo que busque el factor suerte.
Los números de apuesta fijos son dígitos que provienen de un completo análisis numerológico personal y son normalmente suministrados en la Carta Natal. Estos números nunca cambian, puesto que forman parte de la identidad personal y el Destino de cada individuo. Sobre este particular, es conveniente hacer notar que ciertas personas magnetizan - más que otras - ciertos números personales de manera muy recurrente. El conocimiento de ello puede ser clave para ayudar la suerte a manifestarse.

Los números de apuesta variables son aquellos dígitos que provienen del cálculo numerológico de los diferentes ciclos temporales que incidan sobre el individuo. Son variables justamente por cambiar regularmente y tener vigencia sólo durante los ciclos energéticos que los generan.

Como se ha visto, los números fijos y variables dependen exclusivamente de las energías de cada ser, determinadas por los inalterables dígitos de la fecha de nacimiento. La estrategia que me parece más lógica y saludable consiste en buscar la suerte durante los días cíclicamente favorables, usando y combinando entre sí solamente los números (fijos y variables) que vibren con las posibilidades personales de cada cual.

Incidentalmente debo añadir que me parece favorable jugar números fijos de manera periódica pues gracias a las leyes de probabilidad, tarde o temprano saldrán. Así mismo, el hecho de apostar únicamente durante los días favorables que tenga la persona, hace posible que el individuo se abstenga de jugar compulsivamente todos los días y por ende, no pierda más dinero del que podría perder si se empecinara en perseguir la suerte todos los días…

El conocimiento de los ciclos personales favorables para conectarse con la suerte no necesariamente asegura que la persona gane dinero en los juegos de azar. Yo siempre digo que en esos días todo fluye mejor para nosotros y cualquier cosa puede pasar. Lo que pasará dependerá del libre albedrío individual puesto en acción en el momento oportuno, pues cada persona tiene una oportunidad y cada oportunidad tiene su momento propicio.
EXTRAÍDO DE  http://www.38uh.com/html/suerte.html


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