jueves, febrero 19, 2009

LAS CANCIONES ROMÁNTICAS...



Saturada por tener que escuchar a diario a Luis Miguel, mareada porque… no sé la verdad porqué diablos ando medio mareada… quizás la sobredosis de romanticismo no solicitado me tienen así, es que nadie puede disfrutar de lunes a viernes, de 8 am a 17 pm escuchar sólo a Luis Miguel… compréndanme, no tengo nada contra el “ídolo azteca” como le llaman los periodistas, es que ¡es demasiado para mí!, y pueden ser dos mil canciones pero ya tanto las a tocado mi jefa y vecina de oficina que, ya todas me suenan igual… sí, si se lo dije, ella me argumenta que son de cds diferentes… no es que no sea romántica pero… dejé involuntariamente de serlo hace un montón de años, y de eso no puedo culpar a nadie, simplemente prevaleció en mí y sin proponérmelo mi sentido práctico… recuerdo que en mi época adolescente veía a amig@s bajonearse cuando escuchaban una u otra canción, clásicos para bajonearse o ponerse a contar fragmentos de historias fallidas o sentimientos eran: “I wish you were here”, un lento de INXS y uno de Phil Collins… habían mil más pero esos eran los más “corta venas”… bueno en esas ocasiones y con esos lentos sonando, obvio que sin estar bailándolos o en una fiesta, mientras todos tenían motivos para poner esas caras de “historia que no resultó”, yo me sentía rara porque no me pasaba nada, así que para evitar que me encontraran más freak de lo que ya lo hacían, también ponía caras tontas y también decía “oh, esa canción, nooo”… motivos quizás no faltaban después de todo, el galanazo que me gustó más y por más tiempo en la época de colegio, no me daba ni la hora, pero… mi parte práctica lo encontraba tan ególatra, tan prepotente y de paso tan lucido que… ¡centro de mesa con centro de mesa=fracaso!, y el resto del ramillete que eran “de todo mi agrado”, se caracterizaban por ser buenos niños pero irresolutos, inmaduros y con dificultad para saber hacia que dirección viaja la locomoción colectiva (no sabían ni pa donde va la micro jajajajaja), uno de ellos, que harto me correteaba, siempre recuerdan esta historia Pina y la Ale Pavez (del selecto grupo de mis más grandes amigas): les contaba por separado a ellas que sentía cosas por mí, pero pololeaba con otra, y esa otra me caía el descueve, bueno hasta hoy me cae súper bien, es una excelente persona… yo no iba a ser la patas negras, menos en esa época en q la culpa y el moralismo, negándolo o no, lo teníamos grabado a fuego en nuestro disco duro; otro, el niño ideal para mi mamá (por lo caballero y compuestito), se dedicó por años a tirar palos sin nunca concretar ni terminar frases… ahora más viejo dice que no, que éramos muy cercanos pero no… y no era yo la que decía cosas que no había necesidad de interpretar jajajajaja… esos son sólo botones de muestra, y ni con ese panorama me bajoneaba (estoy descartando a mis 2 pololos oficiales que tuve en la época de colegio porque, con defectos y virtudes como toda persona, resultaron muy pacientes, muy amorosos, muy buenos partners, muy buenos pololos) … aprendí que los lentos eran oportunidades para que uno y otro sexo se conquistaran, engrupieran y pincharan… y díganme que no hay cosa más exquisita que besar?!, por eso y porque era una cabra chica muy tímida es ese aspecto (insisto: en ese aspecto porque para andar armando revolución y desorden estaba hecha en molde) evitaba bailar lentos a menos que me gustara mucho el galán de turno, por eso también ahora tengo menos historias para contar que el común de las personas de mi edad… pero me “reivindiqué” en la U jajajajaja: poco antes de cumplir un mes de llegada a la vecina ciudad, me puse a pololear con un compañero de la pensión, debe haber sido amor a primera vista porque fue un cuento previo muy turbulento y corto: el tipo era rarísimo: (antes de pololear) cuando estábamos solos era el más simpático, empático, comprensivo hasta paternal pero sonaba la puerta y llegaba el resto del grupo (puros hombres y compañeros de carrera y pensión) se volvía súper desagradable, me llevaba la contra en todo, hasta del detalle más insignificante quería discutir y yo, estoicamente (raro a esa edad) no enganchaba y lo mandaba a la cresta, insoportable el cabro chico!!!, así que cuando empezamos a pololear nadie, incluída yo, entendía NADA, y eso que a mis ojos amigos como el flaco Renán o el compadre Canti eran hombres sabios: tampoco entendían… bueno si me hubiese tocado vivir desde fuera esa historia hoy en día en mi calidad de profe, hubiese pensado, a priori, que el niño tenía un desorden de personalidad y la niña un duelo no terminado que la hacía carente afectiva, jajajajaja, como sea o haya sido, creo que comencé o comenzamos a manejar el romanticismo a un nivel muy de extremos y a ratos tragedia griega que se volvía comedia yankee, una locura bipolar… con mucha complicidad y compañerismo eso si, por lo que, creo yo, por los errores cometidos debido a la inexperiencia, las heridas provocadas mutuamente y la inseguridad, quizás por eso y gradualmente volví a ser más práctica, a tomarme menos grave las cosas, a jugar más y a creer menos en la fatalidad y extremismo de la letra de las canciones, las cosas no siempre son blancas y negras, la vida tiene muchos matices, y creo que en uno de esos estoy yo, no es que yo no sienta amor, claro que lo siento y mucho, pero no me provocan placer, por decirlo bonito, las cosas que más que románticas, se me vuelven hostigosas y relajantes como comer manjar con azúcar flor (juntos), como esas canciones mamonas que hay mil hoy por hoy, o eso de querer dominar la vida, tiempo, ojos, acciones y sentir (hasta la respiración) de la pareja para no sé si evitar que se fije en otra persona, no se puede y eso cansa el alma!!!, los mismos celos: son de lo más desgastadores (de la persona celosa y la persona celada), la vida es bonita, hay que disfrutar el amor, no tratar de meterlo a una jaula, porque a final de cuentas si alguien te quiere poner el gorro, lo hará a un millón de kms de ti o a tu lado, y si no lo quiere hacer, ni aunque le pongan a la conejita play boy en bandeja lo hará… en el caso de nosotras las féminas: pongamos a Brad Pitt en el ejemplo… y… bueno por eso que no entiendo esto de las canciones que dicen ser románticas… aunque una que otra igual me guste… el amor es algo grandioso, glorioso por lo que no much@s se atreven a vivirlo a concho, de verdad, porque es muchísimo más fácil seguir en la comodidad de lo mediocre pero… no es necesario adornarlo con… horas y horas de Luismi… o esa otra loca del chape que canta “sin ti no soy nada…” ¿dónde le quedó el autoestima y el amor propio? ¿y su autoimagen? Por eso que después hay gente que justifica que le saquen la mierda, justifica el hecho de ser víctimas de VIF, si son capaces de creer que sin la pareja NO se es NADA… quiere decir que está puro gastando aire, que desde que fue concebid@ su vida vale $1 o menos y si nunca llega a encontrar a esa persona, su vida fue inútil????? Por favor!!!! Para amar a alguien primero debo amarme a mí… y no al revés… pero mejor que creerme a mí póngale oreja a las actuales canciones mamones y a un q otra de la época antigua… se van a encontrar con cada pastelazo… mientras yo a los 15 cantaba feliz durante una caminata aquella canción de Raúl Porchetto “…estoy bailando en la vereda, dando vueltas, saltando hasta las estrellas, acurrucándome al decir tu nombre, como si fuese el primer hombre que amó, que amó…esta noche sólo quiero cantar tu canción, que todos sepan que me muero por vos, que tengo ganas de gritar que nada podrá ya parar este amor…” habla de esas primeras y exquisitas sensaciones del enamoramiento (que no es lo mismo que estar enamorad@, dicen acá algunas almas expertas), donde el “me muero” se debe tomar en sentido figurado… pero para mí no hay canción de amor más fuerte que el “Ojalá” de Silvio Rodríguez… se debe haber amado demasiado a un ser humano para dedicarle esa letra, deben haberse herido con la misma pasión con la que se amaron y ese odio… de la nada se vuelve amor de nuevo (mejor no odiar a nadie): “Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin tí.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabé la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones
Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de tí,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores
”.

Esa es canción!!!! Y no esa :

Sin ti no soy nada,
una gota de lluvia mojando mi cara
mi mundo es pequeño y mi corazón pedacitos de hielo
solía pensar que el amor no es real,
una ilusión que siempre se acaba
y ahora sin ti no soy nada
sin ti niña mala,
sin ti niña triste
que abraza su almohada
tirada en la cama,
mirando la tele y no viendo nada
amar por amar y romper a llorar
en lo más cierto y profundo del alma,
sin ti no soy nada
los días que pasan,
las luces del alba,
mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada
porque yo sin ti no soy nada
sin ti no soy nada
sin ti no soy nada
me siento tan rara,
las noches de juerga se vuelven amargas
me río sin ganas con una sonrisa pintada en la cara
soy sólo un actor que olvidó su guión,
al fin y al cabo son sólo palabras que no dicen nada
los días que pasan,
las luces del alba,
mi alma, mi cuerpo, mi voz, no sirven de nada
qué no daría yo por tener tu mirada,
por ser como siempre los dos
mientras todo cambia
porque yo sin ti no soy nada
sin ti no soy nada
sin ti no soy nada”.

Por eso, y por canciones como las de “Los toreros muertos” las extraño tanto, ya no se escuchan odas al ingenio y a lo simple y cotidiano como “Y creo que he bebido mas de 40 cervezas hoy
y creo que tendré que expulsarlas fuera de mí
y subo al water que hay arriba en el bar
y la empiezo a mear y me hecho a reir
sale de mi una agüita y amarilla cálida y tibia
Y baja por una tubería,
pasa por debajo de tu casa,
pasa por debajo de tu familia,
pasa por debajo de tu lugar de trabajo,
mi agüita amarilla, mi agüita amarilla.
Y llega a un rio,
la bebe el pastor,
la beben las vaquitas,
riega los campos,
mi agüita amarilla, mi agüita amarilla.
Y baja al mar,
juega con los pecesillos,
juega con los calamares,
juega con las medusas
y con las merluzas
que tu te comes.
Mi agüita amarilla, mi agüita amarilla,
mi agüita amarilla, mi agüita amarilla.
El sol calienta mi aguita amarilla,
la pone a cien grados,
la manda para arriba,
viaja por el cielo,
llega a tu ciudad
y empieza a diluviar.

moja a las calles,
moja a tu padre,
tu madre lava, lava con mi agüita amarilla.
Moja el patio del colegio,
moja el ayuntamiento
mi agüita amarilla, mi agüita amarilla.
Y creo que he bebido mas de 40 cervezas hoy
y creo que tendré que expulsarlas fuera de mí
y subo al water que hay arriba en el bar
y la empiezo a mear y me hecho a reir
y me pongo a pensar
dónde irá, dónde irá,
dónde irá, dónde irá.
Se expandirá por el mundo,
pondrá verde la selva,
y lo que mas me alegra
es que mi agüita amarilla será un liquido inmundo,
mi agüita amarilla, mi agüita amarilla...”

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