- No somos un pueblo tan ignorante como para no percatarnos de la diferencia entre estar (aparentemente) sano y estar moribundo o grave... al menos los extremos los podemos reconocer ¿no?
- Es evidente la falta de empatía, de caridad y de sensibilidad que hacen gala algunos/as (NO todos/as)funcionarios/as del hospital, todos/as en algún momento lo hemos vivido, por lo que cuando alguien es amable y nos trata correctamente o muestra real preocupación o cariño por sus pacientes o atendidos/as NOS LLAMA DEMASIADO LA ATENCIÓN, personalmente felicito a esas personas porque le dan hoy por hoy un plus a su trabajo,
- Para mí el gremio médico (NO todos/as) posee una lealtad y solidaridad mal entendida que a los ojos de los que no pertenecemos a él, a ratos se vuelve una mafia: es casi imposible que un médico sea sancionado por negligencia, debido a que, quien debe supervisarlo, periciarlo o evaluarlo es un colega y ahí fluye esa lealtad de la que les hablo porque... a todas luces hay hechos que no son otra cosa que NEGLIGENCIA pero...
- ¿Donde quedó el juramento hipocrático? ¿donde quedó la vocación, el placer de servir, el afán de ayudar? insisto, conozco médicos que son un ejemplo de esto, médicos de esos que uno llega a querer, que si los ves en la calle tus pies se van solos a él o ella a saludarlo porque se entregan en su pega (aunque suene provinciano: yo le tengo un cariño especial al Dr. Mario Pozo, al Dr. Luis Gangas, al Dr. Vilches, a la Dra. Peña,a mi fallecido Dr. Reyno), pero hay otros/as que su labor la cumplen mecánicamente, sin compromiso, sin cariño, como decía una amiga "... se vuelven comerciantes", cada paciente es simplemente un número más...
- ¿Sería esa la misma respuesta del Dr. Platero (y hubiese ocurrido lo mismo) si los fallecidos/as fuesen hijos/as o parientes de médicos? ¿que crees tú?...
- Cuando salió por primera vez en tv el caso de Diego, el niñito de nariz fracturada que entregaron muerto en el hospital a su mamá, un amigo me dijo "negrita ¿crees que le hubiese sucedido lo mismo a un hijo de empresario de acá?", de ahí debatimos por largo rato que los paros de la salud, que los sueldos miserables, que esto que lo otro pero... la pregunta quedó sin respuesta flotando en el aire...
A mi muy personal juicio, a quienes atendieron a estas personas ya fallecidas, les faltó vocación, les faltó empatía y les faltó caridad cristiana: ver a Cristo en cada ser que sufre... pero estoy segura que NUNCA lo reconocerán... mientras tanto MARTINA, DIEGO, MARCELA, y las otras personas que ahora no recuerdo su nombre... esperan justicia y que esto no vuelva a suceder... y así nos espantamos de las guaguas cambiadas en Talca?!
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