PAPÁ AYER HUBIERA CUMPLIDO 69 AÑOS...

Cuando te fuiste tenías apenas 52 años... te quedaba harto hilo en el carrete, nos faltaba vivir muchas cosas juntos, nos quedaron muchas conversaciones pendientes y algunas cuentas por saldar, cuando te fuiste se me cayó el mundo y me costó años, muchos y largos años para reconstruirlo, sin tí me equivoqué más veces de lo debido quizás esperando que de algún lado surgieras aunque sea como fantasma para corregirme y protegerme... pero nunca sucedió... en muchos sentidos me fui volviendo tú para llenar vacíos pero no podía llenar el vacío que dejaste en mi vida, creo que te repetí mil veces que te amaba pero nunca supe que tan bien lo entendiste... es verdad que tus actos de infidelidad me terminaron afectando a mí y no a mi mamá, no te imaginaste nunca lo pesado que es, lo triste y lo desagradable que es cuando tu ídolo se te cae, porque para mí no había hombre que fuese más guapo, más inteligente, más fuerte, más cariñoso, más perfecto que tú, después de todo nadie estaba a tu altura para compararlo contigo, hasta que te condoreaste... ¡y con puras chanas!... cosa que dejaba mi orgullo aún más herido... ahí dejaste de ser perfecto pero no dejaste de ser mi amigo, mi compinche, mi secuaz, mi confidente... y por tí fui capaz de dejar varias cremas, la más recordada fue cuando de tonto te metiste de aval de la asociación de fútbol amateur... hasta sentía que tenía que protegerte... pero te fuiste inesperadamente, no me enseñaste a madurar y de tanto malcriarme (porque gracias a tí siempre fui una fundida) resulté rebelde y fregada... me costó años dejar de hablar de tí en presente (“a mi papi le gusta ese perfume”) porque no me fue nada fácil aceptar que ya no estabas, y en ese insano no aceptar tu partida, de forma inconsciente buscaba parejas que fueran como tú... está claro que eres mejor... sin ánimo de desmerecer a nadie... es que es tan difícil entender que ya no puedo correr a encontrarte y contarte todo lo que hice en el día, es difícil entender que nadie más que tú compartías mi raro sentido del humor ¡y como nos reíamos de todo!... se me hizo tan duro vivir sin el sonido de tu risa y tu voz ronca, sin tu aroma a perfumes exquisitos, sin tus abrazos, sin tus miradas cómplices, sin tí... lo único que ha logrado calmar esa rabia de tu partida ha sido la llegada de mi niño, mi niño que como regalo de Dios tiene tu chispa, tu personalidad avasalladora, tu independencia y tu tremenda sociabilidad, mi niño precioso que tiene, como tú, respuesta para todo...

Mi infancia estuvo rodeada de mucho amor y mucha gente que ya no está: mi mamá Olga, la abuelita Rosa, mi Tatoycita, mi Pepito y tú, y fui tan feliz, que sólo te puedo agradecer todos esos hermosos recuerdos, tantas vivencias... regaloneandome, haciéndome sentir la guagua de la familia hasta que te fuiste... y yo ya tenía 19 años.

Papito durante toda mi adolescencia fui un constante dolor de cabeza para tí pero aún así eras mi amigo, papito te sorprendería ver como han pasado 17 años y aún no termino de madurar (tal vez ni siquiera comienzo) y aún me río igual que tú... y que aún podemos seguir siendo compinches... ni te imaginas como sigues presente en mi vida... como marido dejaste haaaaaaaaarto que desear, como padre fuiste el mejor, como amigo fuiste insuperable... papi yo creo en la reencarnación...